miércoles, mayo 16, 2012

Tratando de volver

Nunca fue mi intensión dejar de escribir en mi blog. Mucho menos dejar que me gane la rutina y la inspiración me abandone. Tampoco es que haya sido LA escritora. Pero bueno, heme aquí nuevamente con las mismas ganas de escribir que tenía ese 25 de agosto del 2006 cuando me atreví a publicar mi primer post.
Mucho ha cambiado en mí el estado de ánimo. Sigo renegando como siempre pero ya no me duele vivir, como antes. Hoy disfruto de la vida que elegí vivir, dentro de lo que se puede. Tengo planes que nunca creí sería capaz de pensar, pero sigo confiando en que todo saldrá bien al final. Quiero tantas cosas hoy, pero a la vez, no me desespero. Ya perdí demasiado tiempo llorando por algo y las oportunidades pasaban frente a mis narices pero las lágrimas no me dejaron ver nada de nada y lo que se fue no volvió más, para mi bien.
Tengo proyectos que me entusiasman mucho, pero que tengo que dejar en stand by por circuntancias de la vida que me permitirán crecer profesionalmente. Tengo miedo, porque aún no sé qué decidir al respecto. Nunca es tarde y esa es mi ideología por conveniencia.
He tomado la decisión de no angustiarme por lo que va a venir y mucho menos si no sé qué es, si mi presente se ve genial tal cual está. No necesito a nadie y eso no quita que quiera compañía, pero ya lo dije antes, no me desespero.
Da la casualidad que mi pasado ha estado haciéndome voltear la cabeza, como cuando un amigo te pasa la voz con el dedo índice en el hombro. Me he percatado 2 veces de eso. Cómo han pasado los años, cuánto he cambiado yo. Los demás siguen iguales. A veces, eso me hace sentir mal, porque no siempre mi cambio ha sido para bien. Por eso ya no me amilanará. Me gusta sentirme nostálgica, ver que no todo lo que viví fue malo, ver que no toda la gente que pasó por mi vida dejó huellas que quisiera no recordar. Algunos me hicieron mucho bien y es agradable saber que después de tantos años sin contacto, aún guarden un cariño especial, tal vez por lo mismo, por ser un lindo recuerdo del pasado. En ambos casos, mirar hacia atrás es reconfortante.

1 comentario:

Flucito dijo...

Las cosas no son ni buenas ni malas. Simplemente son.

Deja de ponerle esos calificativos tan absolutos a las cosas y verás que luego ni rastro del temor.

PD: Sigo contento por ti.